lunes, 6 de diciembre de 2010

EDITH STEIN


"Hay un estado de sosiego en Dios,
de total relajación de toda actividad espiritual,
en el que no se hacen planes ningunos,
no se toman decisiones de ninguna clase y ,
sobre todo, no se actúa, sino que todo el porvenir
se deja a la voluntad de Dios,
se abandona uno totalmente al destino."




 Biografía, obras y cambio de su punto de vista sobre el ser humano al convertirse al cristianismo.
Edith Stein nació en 1891, en Alemania. Estudió filosofía y se convirtió en discípula del célebre filósofo Edmund Husserl. Publicó su tesis de doctorado "Sobre el problema de la Empatía". Posterior a su tesis, vienen los escritos "Causalidad Sentiente" e "Individuo y Comunidad", en donde busca justificar filosóficamente la nueva psicología naciente. Después publicó "Una investigación sobre el estado", culmen de su proyecto para elaborar una antropología fenomenológica que vaya del hombre singular a la persona como comunidad. Y por último, dentro de esta primera etapa está su obra "Introducción a la Filosofía". En ella se habla de problemas de la filosofía de la naturaleza: el movimiento, las nociones de tiempo y espacio o qué es un objeto material y físico.
En diálogo con Kant y con Husserl, Edith Stein establece una diferencia fundamental entre los problemas de la naturaleza y los problemas de la subjetividad.
A partir de la segunda parte resaltará las características del hombre como la libertad, la conciencia, y la capacidad reflexiva. En esta obra hablará de las estructuras de la personalidad.
Después de estallar la I Guerra Mundial, Edith lee la autobiografía de Santa Teresa de Ávila y se convierte al cristianismo. A partir de su conversión al Cristianismo inicia una nueva etapa en su pensamiento filosófico. Se dedicará al intenso estudio de las obras de Santo Tomás de Aquino y del Beato Duns Escoto. Posteriormente escribirá "Ser Finito y Ser eterno" su obra magna, en la que desarrollará toda una metafísica inspirada en la filosofía de Santo Tomás y la fenomenología de Husserl, resultando así, una de las últimas tomistas más originales de la historia de la filosofía.
Ingresó al Convento de las Carmelitas Descalzas de Colonia. Poco después fue arrestada por la Gestapo, para morir, como judía y mártir de la fe cristiana, víctima del Ciclón B: Ácido Cianhídrico; la ducha anunciada, en vez del agua deseada, emanó el tóxico ciclón B de la muerte casi instantánea. Mujer de singular inteligencia y cultura, ha dejado numerosos escritos de elevada doctrina y de honda espiritualidad.


Beatificación y canonización
Tras su muerte fue beatificada por Juan Pablo II el 1 de mayo de 1987. Al año siguiente el Papa canonizó a la judía, filósofa, monja, mártir y beata; y la declaró co-patrona de Europa.


Filosofía del Ser Humano
Edith Stein en sus principios habla sobre el paso del hombre singular a la persona como comunidad resaltando las características del hombre como la libertad, la conciencia, y la capacidad reflexiva y centrándose en las estructuras de la personalidad.
Posteriormente, siendo ya cristiana, sus obras se centran en la búsqueda de la verdad mediante una nueva relación entre fe y razón, entre filosofía y teología; donde se plantea la racionalización de la filosofía frente a la verdad (del ser finito al Ser Eterno). Como ella dijo: “la verdad es el Ser mismo que se abre espacio, que se revela, que se manifiesta, que se descubre, a la inteligencia humana.”
La donación que Edith Stein extiende a la filosofía contiene:
·         Abre un camino para intentar comprender los pensamientos y la forma de actuar de cada persona en base a lo que les rodea.
·         Los diferentes criterios sobre la verdad; siempre desde un punto de vista religioso.
·         Una gran creencia: el ascenso hacia el Ser Eterno, Dios, el más metafísico de cuantos conceptos puede la filosofía elaborar, pero al tiempo la más inmediata de cuantas realidades le es permitido al hombre experimental.

Hecho por: Ana Rosa Cánovas Pérez.

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