Sartre considera que el ser humano está condenado a ser libre, es decir, arrojado a la accion irresponsable plenamente de la misma, y sin excusas.
Sartre concibe la existencia humana como existencia consciente. El ser del hombre se distingue del ser de la cosa por ser consciente. La existencia humana es un fenómeno subjetivo, en el sentido de que es conciencia del mundo y conciencia de sí. Se observa aqui la influencia que ejerce sobre Sartre el racionalismo cartesiano. En este punto se diferencia de Heidegger, quien deja fuera de juego la conciencia.
El hombre es el único que no solo es tal como él se concive, sino tal como él se quiere, y como se concive despues de la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo.
Sartre escribe que en el ser humano la existencia precede de la esencia, contrariamente a lo que se habia creido en la filosofia precedente. Nuestra esencia, aquello que nos definirá es lo que construiremos nosotros mismos mediante nuestros actos que son ineludibles: no es un acto en sí mismo puesto que nuestra libertad no es algo que pueda ser dejado de lado: ser es ser libres en situacion, ser es ser -para ser como proyecto.
Victoria Espí
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